miércoles, 29 de abril de 2015

El título eres tú.

En el lugar más recóndito de mi subconsciente se encuentran mis miedos y temores más desagradables en los cuales el hecho de perderte y de no tenerte en mi vida  gobierna a toda esa pila de inseguridades.Me quedaría sin la vida misma si no tuviese tu aliento para respirar, tu calor como prueba de que sigo viva y  tu corazón como dueño de tan limpios sentimientos. Sencillamente sería aquello que va por encima de esa tan poderosa materia que no se crea ni se destruye, pues yo me destruiría desapareciendo envuelta en la más cruda agonía y empapada en lágrimas de sal.
En mi cama, cerrando los ojos te hago de carne y verso y hueso y beso y suelo recordar cómo hacemos el amor, así, como quien sabe que nos queda un día menos de vida en este planeta. Lo hago muda de sonido, porque una vez me enseñaste a hacerte el amor en silencio y desde entonces no recuerdo a qué se debe que el ser humano tenga cuerdas vocales.
Lo siento si no puedo evitar pintar mi sonrisa de ti, y besar esos aterciopelados labios que inducen a cometer cualquier locura con tal de morir en tal bello cementerio. Y siento todos aquellos embustes que taladraron un pasado oscuro y falso en mí y en ti, en nosotros. Pero sin embargo estoy aquí,  transparente y desarmada esperando a que una paz veraz nos llene los corazones. Porque no encuentro satisfacción alguna si no eres capaz de comprender que las personas se enamoran una sola vez en la vida. El resto de sus días los pasan buscando a alguien con quien volver a sentir lo mismo, y yo no quiero dejarte ir, amor de mi vida.
Prometo construirte un refugio en mis brazos para cuando lo necesites, no lo llamemos lástima, llamémoslo amor. Prometo detener el tiempo entre tus dedos, embriagar al reloj con un alto porcentaje de alcohol para que su lentitud agudice cuando los besos tengan la pícara y romántica intención de envolvernos finalmente entre sudor y suspiros. Te juro que voy a hacer de esto algo inolvidable, inmune a cualquier alzeimer, y eterno como lo es el tiempo que pasa sin esperar por nadie.Mas sólo te pido una cosa, cree los fonemas que salen de mi boca o las letras que producen mis  dedos cuando te dicen que eres el primero y siendo así, el último en todo, en mi vida, en mí.
Ahora, quiero ser tu cómplice,  tener la manía de hablarnos sin pronunciar palabra y mirarte sobretodo cuando no te miro... porque he visto a un ciego maldecir su suerte al no poder verte. Ahora, te pido que encadenes nuestras palabras ya que solo me encargo de ponerles lazos, que seas mi terapia de choque cuando sienta vértigo al asomarme a tu cuello y tenga la necesidad de tirarme cual avión suicida hacia tu pecho, mi mejor almohada.
¿Sabes? Te quiero tanto que siento que muero, así que esparce mis cenizas desde el punto más alto de tu cama para que todo el mundo se lleve un poco de lo que soy ahora, para que dejen ya de preguntarse qué es el amor. O bien entiérrame bajo tus sábanas para que al menos los dos tengamos la oportunidad de dormir plácidamente mientras tenemos el mejor polvo de palabras que jamas hayas tenido en sueños.
Sé que eres el amor de mi vida porque he querido enfadarme hasta matar y hemos acabado haciendo el amor, sé que lo eres porque no soy capaz de mirar con el corazón a ningún otro hombre que no huela a ti, que no tenga tu pelo, que no tenga tus manos, que no de tus besos, que no tenga tu voz, que no sea tú... Déjame decirte que bajo nuestro amor subyace una gran pasión no sólo carnal y verbal, va más allá de todo lo perceptible, de todo lo que nuestros sentidos son capaces de captar en esta inmenso universo. Este amor va más allá de una fecha, de unas palabras (como lo son estas), de una cita, de un recuerdo... Este sentimiento es todo lo que yo le deseo a quien cree que ha encontrado el amor, ya que no te ha encontrado a ti.
Sin embargo, no quiero que pienses que considero al amor como un concepto limitado, casi vacío de contenido, el amor conlleva muchísimas cosa como la gratitud, el respeto, la confianza, la libertad. Sí, la libertad, palabra que tiene su auge más alto cuando me coges de la mano y soy yo quien no quiere soltarte. No quiero, he encontrado a ese amor que comenzó mucho antes de darnos cuenta y no voy a permitir que me quiten todo aquello que es capaz de hacerme sentir en una nube o en el mismísimo infierno con una palabra, con un beso, con una caricia...
No quiero ser pesada, por desgracia no todo lo que me gustaría decirte aparece en mi cabeza, no tengo momento tan lúcidos ahora, pero prometo no callarme ni una de ellas.
Definitivamente voy a desaparecer las mentiras de nuestro diccinario y voy a comenzar a escribir nuestra verdadera historia, desde un tal 17 de abril, demostrándote esto y todo.Que como dice Aldo mi amor;" todos los días son de enamorados, felicidades."

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